Música
en la edad media
La música medieval comprende toda la música europea
compuesta durante la Edad Media, etapa que comienza con la caída del Imperio
Romano en 476 y que finaliza en el siglo XV, en 1453, con la caída de
Constantinopla o en 1492 con el descubrimiento de América, ya que el fin de la
Edad Media y el principio de la Edad Moderna es un límite difuso.
Dado que la creación de manuscritos musicales era muy
cara, debido al costo del pergamino, y la buena cantidad de tiempo necesario
para escribir toda una copia, sólo las instituciones muy acaudaladas pudieron
producir manuscritos que han sobrevivido hasta la actualidad. Entre esas instituciones
generalmente están la Iglesia y las instituciones eclesiásticas, como
monasterios, si bien algunas obras seculares también se conservaron en esas
instituciones. Estas tradiciones manuscritas no reflejan mucho de la música
popular de aquella era.
Historia
La música medieval está formada por dos periodos
principales: el Románico y el Gótico. Dentro de la música medieval se pueden
distinguir el canto gregoriano, la música profana y la polifonía.
El canto gregoriano tuvo gran importancia, ya que es la única
música conservada anterior al siglo IX. Era un tipo de música estrictamente
vocal y a una sola voz, o, como mucho, con un acompañamiento a base de quintas
paralelas. Pero fue como consecuencia de una serie de cambios económicos y por
el nacimiento de las lenguas vulgares que surgió la música profana, en la que
se podían expresar deseos y aspiraciones.
Los verdaderos protagonistas del nuevo estilo fueron los
trovadores (langue d'oc o provenzal), los troveros (langue d'oil o francés
antiguo) y los Minnesänger alemanes. Todos ellos eran poetas músicos que
cantaban a todos los sentimientos humanos, siendo su temática principal
especialmente el amor, la guerra y la naturaleza. Esta música se caracteriza
por un ritmo mucho más marcado y variado que el gregoriano y depende del estado
de ánimo del autor (triste, alegre, amoroso, guerrero...). Se crearon nuevos
tipos de danza y lo más destacado fue el hecho de acompañarse con instrumentos
musicales. Transición de la Música Antigua a la Edad Media en 1453 El canto
litúrgico viene de la tradición grecorromana debido a esto totalmente
impregnado de la teoría musical de los griegos y de su filosofía. Surgen varios
problemas:
El canto
cristiano, se debe acoplar a los dos tradicionales, esto da lugar a contradicciones
dentro del cristianismo a nivel teórico y filosófico. Había Padres de la
Iglesia que consideraban la música demoníaca y ahí incluyen la música pagana,
que para ellos es la que existía antes del cristianismo.
La música nueva
cristiana que para ellos es «instrumento de salvación». Clemente de Alejandría
(siglo II d.C.) hablaba sobre la música de los griegos diciendo que llevaba a
la perdición.
La música y el canto sacro gozarán de aprecio sobre todo
por su valor educativo al ser un instrumento de edificación religiosa. Con este
enfoque el canto sacro asume la función de instrumento auxiliar de la oración
con el sentido de volver está más agradable.
Boecio elaboró el tratado de armonía titulado De
institutione musica. Este texto tiene una gran trascendencia como fuente de
conocimiento de las doctrinas griegas acerca de la armonía y por el influjo que
ejerció sobre el pensamiento medieval. En esta época se dividía la música en
tres géneros distintos:
La música
mundana: es la que se refiere a la música de las esferas, identificándose con
el concepto del sentido de armonía. Para Boecio ese “sonido” se identifica con
armonía, y nosotros no podemos percibirla es porque somos imperfectos. Esta
música mundana es la verdadera, y el resto lo es en tanto reflejo de esta
última.
La música
humana: Refleja a través de la unión armoniosa de las diferentes partes del
alma, la unión de alma con el cuerpo, la música de las esferas. Esta música se
comprende a través de acto de la introspección, todo aquel que se sumerge en sí
mismo la entiende, ya que es una armonía psicofísica.
La música
instrumental: Según Boecio el hecho manual de producir sonidos a través de los
instrumentos no tiene valor alguno (soplar por un tubo, tocar una cuerda
tensada...). La actividad manual ocupa el lugar opuesto de la actividad
puramente intelectual. Pero no rechaza los sentidos, los considera necesario,
ya que a través de ellos podemos hacer juicios.
El canto antiguo
Alrededor del 1011 d.C., la Iglesia Católica Romana quiso
estandarizar la celebración de la misa y los cantos. En esa época, Roma era el
centro religioso de la Europa occidental y París era el centro político. Los
esfuerzos de estandarización consistieron principalmente en combinar estas dos
regiones litúrgicas (Romana y Galia). Este cuerpo de cantos llegó a ser
conocido como Cantos gregorianos. Por el siglo XII y XIII los cantos
gregorianos habían superado a todas las otras tradiciones de cantos
occidentales, con la excepción de los cantos Ambrosianos en Milán y los cantos
mozárabes en unas pocas capillas españolas.
Hasta el siglo X la música europea, como la música de
otras culturas, era fundamentalmente monódica, es decir, de una sola línea
melódica en la que no interviene para nada la armonía sin acompañamiento de
instrumento, el ritmo del canto gregoriano es libre, no sometido a la rigidez
métrica del compás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario