viernes, 10 de enero de 2014


Periodo clásico

Normalmente en música entendemos por clasicismo, el corto periodo que va desde 1770 a 1810.

Música clásica se dice en general para todos los períodos de la música culta europea, pero las primeras composiciones llamadas clásicas fueron las de este período.

Lo que define a esta música, es excluyente. Se trata de aquella que no es popular ni folklórica. Es hecha por pocos, con la idea de que la gusten muchos, pero estos no lo son tanto. Sus autores y ejecutantes han estudiado una larga carrera en escuelas especiales que se llaman conservatorios, y sus oyentes, en general, han sido inducidos a gustarla por tradición familiar, que después puede cultivarse. Requiere de cierta iniciativa personal para llegar a ella. Lo que es definitivo, es que ha trascendido las fronteras del tiempo y el espacio. Es universal. Y aquí podría meditarse si lo es por su belleza o por su mensaje. Probablemente sea por esto último, porque la música clásica ha evolucionado en forma paralela al pensamiento occidental. Esta es su característica más notable: No es estática, está en un continuo recambio de formas y modos, buscando siempre nuevos lenguajes, nuevas formas de expresión. Esto no sucede en la música de otras culturas.

Aparte de las limitantes de no ser folklórica ni popular, la música clásica está confinada a un ámbito geográfico, el de la cultura occidental, es decir, los pueblos europeos y sus herederos culturales, primero los americanos y después algunos otros. Hay también una limitante temporal. Con el término de música clásica nos referimos a aquella creada a partir del Renacimiento y que representa el fenómeno cultural más brillante que se ha dado en la historia de la humanidad, solo comparable, por sus alcances, a la ciencia de la Europa postrenacentista. Algunos instrumentos surgen en este periodo, como el piano-forte; el
Arpeggione y el clarinete. Si bien la mayoría de los instrumentos sinfónicos ya existían desde el Barroco, muchos de ellos cambian y se adaptan a los nuevos requerimientos estilísticos y de composición de la época. Mientras surgen nuevos instrumentos y se desarrollan los que ya existían otros pierden vigencia casi hasta su extinción: viola da gamba, clavicordio, dulzaina, flauta dulce (volverá a renacer en el siglo XX), bajón, laúd, etc. El fortepiano se impuso sobre el clave de tal forma que pasó a ocupar un lugar central en la música de cámara e incluso conciertos solistas. Esto se profundiza aún más en el Romanticismo, con la aparición del pianoforte romántico.

Este es un periodo clave también para la orquesta porque aquí se configura claramente la Orquesta Sinfónica como tal, por influencias mayormente de Mozart y Haydn. De la orquesta de cámara heredada del barroco, en donde se mantiene la sección de cuerdas, aunque esta es ampliada en número. Se abandona la práctica del bajo continuo, y con ello el clavecín en la orquesta. Así también queda claramente establecida la sección instrumentos de madera (madera y metal es por la clase de boquilla de los instrumentos originales, no por el material en sí del instrumento) a 2, esto es 2 flautas traveseras, 2 oboes, 2 clarinetes y 2 fagotes. Además de los de metal: 2 trompetas, entre 2 y 4 trompas y ocasionalmente 1 trombón.

 

 La música del clasicismo evoluciona hacia un extremo equilibrio entre armonía y melodía. Compositores muy famosos son Haydn, Mozart y el primer Beethoven

 

Cualidades que definen la música clásica

          Se busca una música delicada, muy brillante, alegre y plástica.

          Para ello la melodía toma una importancia enorme y se convierte en el elemento básico de esta música, la melodía es el alma de la música clásica. Para encontrar estas melodías se va a recurrir a la música popular, música folklórica.

          Estas melodías se construyen de tal forma que reflejan esa perfección, con frases de ocho compases (divididas en dos períodos de cuatro y cuatro) de dieciséis (ocho mas ocho) o de seis (tres mas tres). Es decir se crean unas melodías enormemente regulares.

          Se pierde el ritmo mecánico del Barroco, en favor de ritmos más naturales y variados proviniendo muchas veces precisamente de la melodía.

          Se buscan tonalidades fáciles y simples, con preferencia de los tonos mayores sobre los menores, éstos sólo se usan cuando la música quiere llegar a fuertes esferas de la expresión; esta es una de las razones por lo que la música clásica aparece como algo alegre, brillante y claro.

          El clasicismo se expresa sobre todo a través de la forma Sonata y la Sinfonía y secundariamente con otras formas de carácter popular como la Serenata, la Casación y el Divertimento.

          La música clásica tendrá como ideal el crear algo puramente bello, es decir, una música que no sirva a ninguna finalidad fuera de si misma, por ello que no intente servir, representar, imitar, que sea un arte que se sostenga por si mismo, sin propósitos concretos.

          La norma del Clasicismo es construir una música lo más simple posible, y por ello simboliza al hombre como ser armónico y sin problemas.

          Por fin el Clasicismo ayudado de los ideales de la Revolución Francesa va a conseguir extender la música a la mayor cantidad posible de público, que desde ahora va a comenzar a valorar en toda Europa enormemente la música.

Las formas musicales del clasicismo

Sonata (del italiano suonare, 'sonar'), composición musical para uno o más instrumentos. el término sonata ha sido utilizado generalmente para las obras de tres o cuatro movimientos para uno o dos instrumentos, como sucede en las sonatas para piano (solista) o con la sonata para violín (para violín con un instrumento de teclado).

Sinfonía, en música, composición orquestal que suele constar de cuatro secciones contrastantes llamadas movimientos y, en algunas ocasiones, tiempos. La denominación se aplicó por primera vez en el siglo XVI a los interludios instrumentales de formas como la cantata, la ópera y el oratorio. Un ejemplo notable es la 'Sinfonía pastoral' del oratorio El Mesías (1742) de Georg Friedrich Händel. La sinfonía en su sentido moderno surge a comienzos del siglo XVIII.

La sinfonía es como una gran sonata para orquesta cuyo origen está en la Obertura de la ópera que tenía tres movimientos y en los experimentos instrumentales de la escuela italiana del norte, la escuela berlinesa y vienesa y la de Mannheim, que se convierten en centros de actividad sonatistica y sinfónica desde 1750 y en la que destacan compositores como Giovanni Sammartini y Johan Christian Bach. En el siglo XVIII la sinfonía adopta el uso de cuatro tiempos, siguiendo el esquema general de sonata que hemos visto:

1º Allegro

2º Adagio o Andante

3º Minuetto o Scherzo

4º Allegro Finale o Rondó

Cantata, en música, composición vocal con acompañamiento instrumental. La cantata tiene su origen a principios del siglo XVII, de forma simultánea a la ópera y al oratorio

Ópera, drama en el cual se canta todo o parte del diálogo y que contiene oberturas, interludios y acompañamientos instrumentales





          Johan Helmich Roman
 
 
 
 

          Mannheimer Schule
 
 
 
 
 
 

          Tromlitz, Johann George, 1725-1805.
 
 
 
 
 
 

          W. A. Mozart 1756-1791
 
 
 
 
 
 
 
 
Algunas canciones son:
 
W. A. Mozart - Symphony No. 41 "Jupiter" in C major (Harnoncourt)
 
Mozart - Symphony No. 40 in G minor, K. 550 [complete]
 
 
 
 
 
 

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