martes, 1 de abril de 2014


EXPRESIONISMO

En música, la palabra expresionismo sirve para describir un estilo en el que los compositores vertieron la más intensa expresividad emocional en su música. Los compositores más importantes que utilizaron el estilo expresionista fueron Schoenberg (quien también fue pintor) y sus dos discípulos: Berg y Webern.

En un principio, la música expresionista se basó en armonías que fueron haciéndose más y más cromáticas hasta que, eventualmente, se llegaron a utilizar las doce notas de la escala cromática de manera libre. Esto derivó en el atonalismo: la ausencia total de tonalidad (no existe una nota central en el discurso melódico-armónico).

La música expresionista de estilo atonal presenta las siguientes características:

 * Armonías extremadamente disonantes.

 * Líneas melódicas disjuntas y frenéticas, incluyendo grandes saltos.

 * Contrastes violentos y expresivos

 * Instrumentos ejecutados con gran fuerza y en los extremos de sus registros

 * un elevado grado de tensión, bien representada de manera vívida y dramática o bien de manera subyacente y contenida.

 

Entre los músicos expresionistas destacaron especialmente Arnold Schönberg, Alban Berg y Anton von Webern, trío que formó la llamada Segunda Escuela de Viena:

Arnold Schönberg: se formó cuando en Viena había un caluroso debate entre wagnerianos y brahmsianos, decantándose rápidamente por nuevas formas de expresión renovadoras del lenguaje musical. Sus primeras obras fueron un fracaso de público, como el poema sinfónico Pelleas und Melisande (1903), sobre el texto de Maeterlinck, si bien acrecentaron su fama entre los jóvenes músicos, más afines a la vanguardia. Con la Kammersymphonie (1906) y los Lieder (1909), sobre textos de Stefan George, empezó a acercarse al que sería su lenguaje definitivo, marcado por la atonalidad, la asimetría rítmica y la disolución tímbrica, que desembocarán en el dodecafonismo. Consiguió sus primeros éxitos con los Gurrelieder (1911) y Pierrot Lunaire (1912), a los que siguió una pausa debida a la guerra. Más adelante su obra resurgió con una composición ya totalmente dodecafónica: Quinteto para instrumentos de viento (1924), Tercer cuarteto para cuerda (1927), Variaciones (1926-1928), etc.129
 

Anton von Webern: circunscrito a obras de pequeño calibre, no tuvo mucho reconocimiento en vida, si bien su obra fue profundamente vanguardista e innovadora. Más místico y delicuescente que Schönberg, Webern fue un músico dodecafónico profundo: así como Schönberg no serializaba los ritmos, sólo la altura de los sonidos, en cambio Webern sí, destacando las áreas estructurales, con una música desnuda, etérea, atemporal; así como Schönberg tenía una estructura clásica bajo el sistema dodecafónico, Webern creó una música totalmente nueva, sin referencias al pasado. Webern rompió la melodía, cada nota la hacía un instrumento diferente, en una especie de puntillismo musical, en un intento de serialización tímbrica, destacando el espacio antes que el tiempo. Entre sus obras destacan Bagatelas (1913), Trío para cuerdas (1927), La luz de los ojos (1935) y Variaciones para piano (1936).
 

Alban Berg: alumno de Schönberg entre 1904 y 1910, tenía sin embargo un concepto más amplio, complejo y articulado de la forma y el timbre musical que su maestro. En sus inicios estuvo influido por Schumann, Wagner y Brahms, conservando siempre su obra un marcado tono romántico y dramático. Berg usó el dodecafonismo de forma libre, alterando las ortodoxas reglas que puso inicialmente Schönberg, dándole un particular color tonal. Entre sus obras destacan las óperas Wozzeck (1925) y Lulú (1935), además de Suite lírica para cuarteto de cuerda (1926) y Concierto para violín y orquesta (A la memoria de un ángel) (1935).
 
 
COMPOSICIONES
Schoenberg: Pierrot Lunaire, w/ score - 1ste Teil
 
Anton Webern: Six Bagatelles for String Quartet, Op. 9 (1911-13)
 
 
Webern, Variations for Piano op.27
 
ALBAN BERG.- Concierto para Violín . ( a la memoria de un Ángel
 
 

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